El arte es la forma más intensa de
individualismo que el mundo ha conocido.
El mundo llama inmorales a los libros que le
explican su propia vergüenza.
La moda es siempre un esperpento tal que nos
vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
Los buenos terminan felices; los malos,
desgraciados. Eso es la ficción.
El verdadero misterio del mundo es lo visible,
no lo invisible.
El único deber es el deber de divertirse
terriblemente.
La razón de que todos seamos tan amigos de
pensar bien de los demás, es que todos tememos por
nosotros mismos. La base del optimismo es
simplemente el miedo.
Cualquiera puede hacer una cosa, el mérito está
en hacer creer al mundo que uno lo ha hecho.
Los placeres sencillos son el último refugio de
los hombres complicados.
Me gusta contemplar a los hombres geniales y
escuchar a las mujeres hermosas.
En esta vida la primera obligación es ser
totalmente artificial. La segunda todavía nadie la
ha encontrado.
Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las
cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo
las opiniones imparciales carecen de valor.
La belleza, como la sabiduría, ama al adorador
solitario.
Que un hombre muera por una causa no significa
nada en cuanto al valor de la causa.
Estar alerta, he ahí la vida; yacer en la
tranquilidad, he ahí la muerte.
Sólo publican memorias aquellas personas que ya
han perdido totalmente la memoria.
Cualquiera puede hacer historia; pero sólo un
gran hombre puede escribirla.
Un sentimental es un hombre que ve un absurdo
valor en todo, y no conoce el precio fijo de nada.
Antes del impresionismo no había sombras azules.
Mientras la guerra sea considerada como mala,
conservará su fascinación. Cuando sea tenida por
vulgar, cesará su popularidad.
Si nunca se habla de una cosa, es como si no
hubiese sucedido.
Cuando hayamos descubierto las leyes que rigen
la vida, nos daremos cuenta de que el hombre de
acción se ilusiona más que el soñador.